martes, 17 de agosto de 2010

Venezuela: Crece interés de productores por cultivos bajo invernaderos


En los tres invernaderos que tiene la ULA en el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, el agricultor regional puede aprender a cosechar flores, hortalizas y frutas   
   
    Aunque desde el año 2004 para acá, no se tienen datos precisos,  se calcula que, actualmente,  en Venezuela existen unas 120 hectáreas cultivadas bajo el sistema de “invernaderos”, distribuidas en los alrededores de Caracas y en los estados andinos, especialmente en Mérida.

    El auge esta especialidad, de acuerdo con el profesor Ramón Jaimez, biólogo y ecólogo tropical adscrito al Instituto de Investigaciones Agropecuarias, IIAP,  de la Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales de la Universidad de Los Andes, se debe fundamentalmente a factores ambientales y calidad de cosechas y, en los últimos años, a que en el país se cuentan con empresas proveedoras nacionales de este tipo de técnicas adaptadas a climas tropicales, que nada tienen que envidiar a las europeas o norteamericanas, sitios donde el cultivo en invernaderos tiene muchos más años de historia.

    Esta motivación entre los agroproductores  hizo que el  IIAP, entre sus cursos  académicos y de extensión, incluyera el manejo de cultivos bajo invernaderos entre su programa de talleres habituales, con tal éxito, que muchos han tenido que repetirse ante la alta demanda. Son muchos los agricultores de la región que quieren aprender cómo se cultivan diferentes rubros bajo estos sistemas cubiertos, y cuáles son sus ventajas.

    En este primer semestre ya se han dictado dos talleres, informó Jaimez, y se prevén otros para el segundo semestre del año. La sede del IIAP en Santa Rosa, que tiene varios tipos de invernaderos, sirve para las clases teóricas y prácticas.
  
    Casas de Cultivo 
    El término invernadero, como su nombre lo indica, refiere a una plantación agrícola cubierta bajo techo para proteger la cosecha de las bajas temperaturas durante el invierno. Jaimez enfatiza que en las zonas tropicales, como Venezuela, se prefiere llamar a este sistema de cubierta bajo plástico: “casa de cultivo”.

    “Conceptualmente, informa Jaimez, es una casa resguardada del clima externo con una serie de técnicas que permiten manejar con mayor facilidad el riego de los cultivos, el control de plagas y el clima interno, esto último dependiendo del lugar donde esté ubicada, porque en Venezuela sólo nos falta desarrollar más las tecnologías de climatización interna”.

    Destacó que aún cuando países tropicales como Colombia y Brasil tienen más años de desarrollo en estas técnicas, en Venezuela poco a poco ha crecido el interés de los agroproductores, especialmente en los dedicados a cierto tipo de  hortalizas y  floricultores.

    “Para el año 2004 se tenían cifras precisas de 70 hectáreas cultivadas bajo esta modalidad. Hoy no se llevan cifras exactas pero se calcula que este número ha crecido a unas 120 hectáreas. Los Andes, especialmente Mérida, es una de las regiones en donde existen mayores cult
ivos en invernaderos. Por eso presentamos la propuesta de los talleres prácticos para enseñar y profundizar conocimientos sobre cómo sembrar diferentes tipos de cultivos”.

Invernaderos a la venezolana 
    “Por cuestión de costos y rendimiento, el productor venezolano prefiere controlar su invernadero con el clima externo -señala el profesor Jaimez-. De allí que estos invernaderos tropicales son, básicamente, casas de cultivo parcialmente aisladas del clima externo donde se puede controlar el riego y la fertilización con técnicas que se adecúen a las facilidades o posibilidades del productor”.

    En las zonas altas de Mérida existen “invernaderos” creados por los propios productores que, con ingenio, han adaptado la información existente en Internet, revistas especializadas y su interacción con especialistas, a sus propias necesidades, con un alto rendimiento.

    “El problema, recuerda Jaimez, es que aún existe mucha desinformación, no tanto sobre cómo hacer un invernadero, sino la forma de colocarlo y su orientación y tamaño, pues ésta depende de la altitud, humedad de la zona y otros factores. Un invernadero mal colocado puede arruinar el cultivo y, por tanto, convertirse en una pérdida económica y de tiempo. Esto es lo que nosotros  tratamos de remediar en el IIAP”.
   
   
    Escuela para agricultores   
    Las deficiencias de los invernaderos locales hicieron que, desde hace unos siete años, los agricultores locales visitaran a los técnicos y especialistas del IIAP para buscar solución a los problemas que confrontaban con sus rudimentarias casas de cultivo.

    De allí se fue creando la necesidad que condujo a los talleres prácticos que varias veces al año se dictan en este instituto sobre invernaderos. Desde poblaciones como Timotes, Bailadores y Pueblo Llano, donde tradicionalmente se ha cultivado bajo estos sistemas, han llegado hasta el IIAP los requerimientos de ayuda.

    Esto se debe, en gran medida, a que este instituto tiene ya años investigando sobre esta técnica y sus potencialidades. En sus terrenos del sector Santa Rosa, en La Hechicera, cuentan con tres invernaderos y un propagador, dedicados a cultivar gerberas (flores), pimentón, fresas y espinacas, además de un semillero.

    La idea es, de acuerdo con el profesor Jaimez, que a partir del próximo mes de septiembre se puedan ofrecer cursos prácticos más especializados sobre la técnica de los invernaderos, para que los productores andinos y de todo el país puedan perfeccionar la técnica.

    Es un proyecto ambicioso, porque se pretende que un grupo pequeño de productores pueda, durante un mes, pasar por los tres invernaderos y el propagador, de manera que aprenda a cultivar bajo una casa cubierta, todo tipo de rubros, desde flores, hasta frutas.

    Ramón Jaimez dijo que las puertas del IIAP de la ULA están abiertas a los productores locales y nacionales que quieran aprender las técnicas de las casas de cultivo o “invernaderos”, y pueden acudir a la sede del instituto en Santa Rosa, o precisar mayor información sobre los cursos por los teléfonos 2401577 y 2401575.


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