sábado, 14 de agosto de 2010

ROSAS PARA CORTE

1. BOTÁNICA

Aproximadamente 200 especies botánicas de rosas son nativas del hemisferio norte, aunque no se conoce la cantidad real debido a la existencia de poblaciones híbridas en estado silvestre. Actualmente, las variedades comerciales de rosa son híbridos de especies de rosa desaparecidas. Para flor cortada se utilizan los tipos de té híbrida y en menor medida los de floribunda. Los primeros presentan largos tallos y atractivas flores dispuestas individualmente o con algunos capullos laterales, de tamaño mediano o grande y numerosos pétalos que forman un cono central visible. Los rosales floribunda presentan flores en racimos, de las cuales algunas pueden abrirse simultáneamente.

Las flores se presenta en una amplia gama de colores: rojo, blanco, rosa, amarillo, lavanda, etc., con diversos matices y sombras. Éstas nacen en tallos espinosos y verticales.


 
2. MULTIPLICACIÓN

La propagación se puede llevar a cabo por semillas, estacas, injertos de vareta e injertos de yema, aunque es este último el método más empleado a nivel comercial.
  • La reproducción por semillas está limitada a la obtención de nuevos cultivares.
  • Las estacas se seleccionan a partir de vástagos florales a los que se le ha permitido el desarrollo completo de la flor para asegurar que el brote productor de flores es del tipo verdadero. Además, los brotes sin flor son menos vigorosos, por lo que poseen menos reservas para el enraizamiento.
Pueden utilizarse estacas con 1, 2 ó 3 yemas, dependiendo de la disponibilidad de material vegetal, aunque son preferibles las de 3 yemas, ya que presentan mayor longitud y más tejido nodal en la base, disminuyendo así las pérdidas debidas a enfermedades.

La base de las estacas se sumerge en un compuesto a base de hormonas enraizantes antes de proceder a la colocación en un banco de propagación con sustrato de vermiculita o con propiedades similares, con una separación de 2,5-4,0 cm entre plantas y 7,5 cm entre hileras.

Debe mantenerse una humedad adecuada y una temperatura en el medio de 18-21 ºC. En estas condiciones el enraizamiento tiene lugar a las 5-6 semanas, dependiendo de la época del año y de la naturaleza del vástago. Posteriormente se procede al trasplante a macetas de 7,5 cm o directamente al invernadero.

El problema de este sistema es que las plantas con raíz propia son bastante pequeñas y necesitan un tiempo considerable para que la planta crezca lo suficiente para que se comiencen a recolectar flores.
  • El injerto de vareta o injerto inglés, rara vez se utiliza para la producción comercial de flor de corte, ya que también requiere demasiado tiempo.
  • Para el injerto de yema el patrón más común es Rosa manetti y, ocasionalmente, R. odorata. En Nueva Zelanda se emplea R. multiflora inermis y en zonas más frías como Holanda, R. canina.
El material para los patrones se obtiene de plantas que han sido tratadas con calor para la eliminación de virus y otras enfermedades. A finales de septiembre se cortan los brotes largos de las plantas patrón, se les eliminan las espinas y se sumergen en una solución de hipoclorito sódico (1/3 de 1%) durante 15 minutos. Se cortan en segmentos de 20-21 cm y se quitan las yemas de las estacas, retirando todas las yemas inferiores, dejando tres en el extremo superior. Después del tratamiento o desinfección del suelo, se procede al abonado de fondo previo análisis de suelo. Los tallos se tratan con hormonas enraizantes y plantan en surcos separados a 122 cm, distanciándolos a 13 cm, desde mediados de noviembre hasta mediados de diciembre, dando un riego inmediatamente después de la plantación.

El injerto normalmente se realiza a mitad de junio, cuando ya hay suficiente enraizamiento y la corteza se pude pelar fácilmente. Se practica una incisión en forma de "T" hasta la profundidad del cambium, bajo los brotes del patrón. Se inserta entre las solapas que forman la "T" la yema procedente del brote de un cultivar elegido, procurando un sistema de sujección por encima y por debajo de la yema. Transcurridas 3-4 semanas se corta aproximadamente 1/3 del patrón por encima del injerto y se rompen las puntas, las cuales serán eliminadas 3 semanas después, cuando se extraen los patrones del suelo. Las plantas se limpian y se clasifican según su calidad (desarrollo del sistema radicular, crecimiento de la planta, etc.), se empaquetan y se almacenan en frío (0-2 ºC) hasta que se transportan al floricultor entre enero y junio.

En Holanda se emplea una técnica alternativa conocida como "stenting", que consiste en en injertar lateralmente el cultivar deseado sobre una estaquilla del portainjertos que se enraíza mediante los métodos normales de propagación.

3. CULTIVO

Con el cultivo de rosa bajo invernadero se consigue producir flor en épocas  y lugares en los que de otra forma no sería posible, consiguiendo los mejores precios. Para ello, estos invernaderos deben cumplir unas condiciones mínimas: la transmisión de luz debe ser adecuada, la altura  tiene que ser considerable y la ventilación en los meses calurosos debe de ser buena. Además, es recomendable la calefacción durante el invierno, junto con la instalación de mantas térmicas para la conservación del calor durante la noche.
 
3.1. PREPARACIÓN DEL SUELO
Para el cultivo de rosas el suelo debe estar bien drenado y aireado para evitar encharcamientos, por lo que los suelos que no cumplan estas condiciones deben mejorarse en este sentido, pudiendo emplear diversos materiales orgánicos.

Las rosas toleran un suelo ácido, aunque el pH debe mantenerse en torno a 6. No toleran elevados niveles de calcio, desarrollándose rápidamente las clorosis debido al exceso de este elemento. Tampoco soportan elevados niveles de sales solubles, recomendándose no superar el 0,15 %.

La desinfección del suelo puede llevarse a cabo con calor u otro tratamiento que cubra las exigencias del cultivo. En caso de realizarse fertilización de fondo, es necesario un análisis de suelo previo.
 
3.2. ILUMINACIÓN

El índice de crecimiento para la mayoría de los cultivares de rosa sigue la curva total de luz a lo largo del año. Así, en los meses de verano, cuando prevalecen elevadas intensidades luminosas y larga duración del día, la producción de flores es más alta que durante los meses de invierno. No obstante, a pesar de tratarse de una planta de días largos, es necesario el sombreo u oscurecimiento durante el verano e incluso la primavera y el otoño, dependiendo de la climatología del lugar, ya que elevadas intensidades luminosas van acompañadas de un calor intenso. La primera aplicación del oscurecimiento deberá ser ligera, de modo que el cambio de la intensidad luminosa sea progresivo.

Se ha comprobado que en lugares con días nublados y nevadas durante el invierno, podría ser ventajosa la iluminación artificial de las rosas, debido a un aumento de la producción, aunque  siempre hay que estudiar los aspectos económicos para determinar la rentabilidad (Hasek , 1988).
 
3.3. TEMPERATURA

Para la mayoría de los cultivares de rosa, las temperaturas óptimas de crecimiento son de 17 ºC a 25 ºC, con una mínima de 15 ºC durante la noche y una máxima de 28 ºC durante el día. Pueden mantenerse valores ligeramente inferiores o superiores durante períodos relativamente cortos sin que se produzcan serios daños, pero una temperatura nocturna continuamente por debajo de 15 ºC retrasa el crecimiento de la planta, produce flores con gran número de pétalos y deformes, en el caso de que abran. Temperaturas excesivamente elevadas también dañan la producción, apareciendo flores más pequeñas de lo normal, con escasos pétalos y de color más cálido.  

3.4. VENTILACIÓN Y ENRIQUECIMIENTO EN DIÓXIDO DE CARBONO

En muchas zonas las temperaturas durante las primeras horas del día son demasiado bajas para ventilar y, sin embargo, los niveles de dióxido de carbono son limitantes para el crecimiento de la planta. Bajo condiciones de invierno en climas fríos donde la ventilación diurna no es económicamente rentable, es necesario aportar dióxido de carbono para el crecimiento óptimo de la planta, elevando  los niveles a 1.000 ppm. Asimismo, si el cierre de la ventilación se efectúa antes del atardecer, a causa del descenso de la temperatura, los niveles de dióxido de carbono siguen reduciéndose debido a la actividad fotosintética de las plantas.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que las rosas requieren una humedad ambiental relativamente elevada, que se regula mediante la ventilación y la nebulización o el humedecimiento de los pasillos durante las horas más cálidas del día.
 
3.5. FERTIRRIGACIÓN

Actualmente la fertilización se realiza a través de riego, teniendo en cuenta el abonado de fondo aportado, en caso de haberse realizado. Posteriormente también es conveniente controlar los parámetros de pH y conductividad eléctrica de la solución del suelo así como la realización de análisis foliares.
 
Tabla. Niveles de referencia de nutrientes en hoja. Se toman como referencia los de la primera hoja totalmente madura debajo de la flor (Hasek , 1988). 

Macroelementos
Niveles deseables (%)
Nitrógeno
3,00-4,00
Fósforo
0,20-0,30
Potasio
1,80-3,00
Calcio
1,00-1,50
Magnesio
0,25-0,35
Microelementos
Niveles deseables (ppm)
Zinc
15-50
Manganeso
30-250
Hierro
50-150
Cobre
5-15
Boro
30-60

El pH puede regularse con la adición de ácido y teniendo en cuenta la naturaleza de los fertilizantes. Así, por ejemplo, las fuentes de nitrógeno como el nitrato de amonio y el sulfato de amonio, son altamente ácidas, mientras que el nitrato cálcico y el nitrato potásico son abonos de reacción alcalina. Si el pH del suelo tiende a aumentar, la aplicación de sulfato de hierro da buenos resultados. El potasio suele aplicarse como nitrato de potasio, el fósforo como ácido fosfórico o fosfato monopotásico y el magnesio como sulfato de magnesio.
 
3.6. FORMACIÓN DE LA PLANTA Y PODA POSTERIOR

Los arbustos de dos años ya tienen formada la estructura principal de las ramas y su plantación debe realizarse deforma que el injerto de yema quede a nivel del suelo o enterrado cerca de la superficie. Las primeras floraciones tenderán a producirse sobre brotes relativamente cortos y lo que se buscará será la producción de ramas y más follaje antes de que se establezca la floración, para lo cual se separan las primeras yemas florales tan pronto como son visibles. Las ramas principales se acortan cuatro o seis yemas desde su base y se eliminan por completo los vástagos débiles. Puede dejarse un vástago florecer para confirmar la autenticidad de la variedad.

Hay que tener en cuenta que los botones puntiagudos producirán flores de tallo corto y éstos se sitúan en la base de la hoja unifoliada, la de tres folíolos y la primera hoja de cinco folíolos por debajo del botón floral del tallo. En la mitad inferior del tallo las yemas son bastante planas y son las que darán lugar a flores con tallo largo, por lo que cuando un brote se despunta es necesario retirar toda la porción superior hasta un punto por debajo de la primera hoja de cinco folíolos.

Posteriormente la poda se lleva a cabo cada vez que se cortan las flores, teniendo en cuenta los principios antes mencionados.

4. RECOLECCIÓN Y CUIDADOS POSTERIORES

Generalmente el corte de las flores se lleva a cabo en distintos estadios, dependiendo de la época de recolección. Así, en condiciones de alta luminosidad durante el verano, la mayor parte de las variedades se cortan cuando los sépalos del cáliz son reflejos y los pétalos aún no se han desplegado. Sin embargo, el corte de las flores durante el invierno se realiza cuando están más abiertas, aunque con los dos pétalos exteriores sin desplegarse. Si se cortan demasiado inmaduras, las cabezas pueden marchitarse y la flor no se endurece, ya que los vasos conductores del pedicelo aún no están suficientemente lignificados.

Los tallos cortados se van colocando en bandejas o cubos con solución nutritiva, sacándolos del invernadero tan pronto como sea posible para evitar la marchitez por transpiración de las hojas. Se sumergen en una solución nutritiva caliente y se enfrían rápidamente. Antes de formar ramos es colocar las flores en agua o en una solución nutritiva conteniendo 200 ppm de sulfato de aluminio o ácido nítrico y azúcar al 1,5-2 %, en una cámara frigorífica a 2-4 ºC. En el caso de utilizar sólo agua, debe cambiarse diariamente.

Una vez que las flores se sacan del almacén, se arrancan las hojas y espinas de parte inferior del tallo. Posteriormente los tallos se clasifican según longitudes, desechando aquellos curvados o deformados y las flores dañadas. Finalmente se procede a la formación de ramos por decenas. que son enfundados en un film plástico y se devuelven a su almacén para un enfriamiento adicional antes de su empaquetado.

5. PLAGAS, ENFERMEDADES Y FISIOPATÍAS

5.1. PLAGAS

La araña roja (Tetranychus urticae) es la plaga más grave en cultivo de rosal ya que la infestación se produce muy rápidamente y puede producir daños considerables antes de que se reconozca. Inicialmente las plantas afectadas presentan un punteado o manchas finas blanco-amarillentas en las hojas, posteriormente aparecen telarañas en el envés y finalmente se produce la caída de las hojas. Su control puede llevarse a cabo con la suelta de Phytoseiulus en los primeros estadios de infestación. Los tratamientos con acaricidas como dicofol, propargita, etc, dan buenos resultados.

El pulgón Macrosiphum rosae ataca a los vástagos jóvenes o a las yemas florales, que posteriormente muestran manchas descoloridas hundidas en los pétalos posteriores. Pueden emplearse para su control específico los piretroides.

Los thrips se introducen en los botones florales cerrados y se desarrollan entre los pétalos y en los ápices de los vástagos. Esto da lugar a deformaciones en las flores que además muestran listas generalmente de color blanco debido a daños en el tejido por la alimentación de los trips. Para el control químico son convenientes las pulverizaciones, de forma que la materia activa penetre en las yemas.

Las hojas se van curvando alrededor de las orugas de insectos enrolladores de hojas, conforme se van alimentando. Son efectivos los tratamientos con acefato, diazinon o resmetrina.
 
    5.2. ENFERMEDADES

Mildiu velloso o tizón (Peronospora sparsa). Se desarrolla favorablemente bajo condiciones de elevada humedad y temperatura, dando lugar a la aparición de manchas irregulares de color marrón o púrpura sobre el haz de las hojas pecíolos y tallos, en las zonas de crecimiento activo. En el envés de las hojas pueden verse los cuerpos fructíferos del hongo, apareciendo pequeñas áreas grisáceas. Para su control se han aplicado de forma efectiva pulverizaciones con zineb, triforina y metalaxil. Este último también puede aplicarse al suelo.

Mildiu polvoriento (Sphaerotheca pannosa). Es una de las enfermedades más importantes que se desarrolla sobre flores, tallo y hojas jóvenes, apareciendo el micelio de color blanco-grisáceo. Le favorecen las condiciones ambientales cálidas y secas. Para prevenir esta enfermedad deben regarse adecuadamente las plantas para que no sufran déficit hídrico y son convenientes los tratamientos rutinarios con fungicidas tales como triadimefon, triforina y otros antimildiu.

Roya (Phragmidium disciflorum). Se caracteriza por la aparición de pústulas de color naranja en el envés de las hojas. Suele aparecer en zonas donde se localiza la humedad, por lo que es conveniente controlar las condiciones ambientales así como realizar pulverizaciones con triforina, benadonil, zineb, etc.

Moho gris o botrytis (agente causal Botrytis cinerea). Su desarrollo se ve favorecido por las bajas temperaturas y elevada humedad relativa, dando lugar a la aparición de un crecimiento fúngico gris sobre cualquier zona de crecimiento, flores, etc. Asimismo hay que cuidar las posibles heridas originadas en las operaciones de poda, ya que son fácilmente conquistadas por el patógeno. Por tanto, para el control de la enfermedad resultan de gran importancia las prácticas preventivas, manteniendo la limpieza del invernadero, con la eliminación de plantas o partes enfermas y realizando tratamientos con fungicidas a base de benomilo, zineb, etc.

Las agallas o tumores producidos por Agrobacterium tumefaciens se forman en el tallo hasta una altura de 50 cm sobre el suelo o en las raíces, penetrando por las heridas cuando la planta se desarrolla sobre suelo infectado. Por tanto, el suelo debe esterilizarse, preferentemente con vapor, antes de la siembra.
 
    5.3. FISIOPATÍAS

La caída de las hojas puede tener su origen en diversas causas. Por un lado, cualquier cambio brusco en el nivel de crecimiento puede determinar cierto grado de defoliación, ya que el área de alrededor de los pecíolos se expande rápidamente, aumentando el diámetro del tallo en ese punto, mientras que la base de los pecíolos que no presentan tejido meristemático no puede expandirse, causando la ruptura del tejido del pecíolo y, por consiguiente, la caída de la hoja. Las enfermedades que dan lugar a la producción de etileno también pueden causar la defoliación y el mismo efecto tiene lugar  en presencia de ases como el dióxido de azufre y el amoníaco.

También son frecuentes las fitotoxicidades causadas por herbicidas del tipo de fenóxidos, que pueden producir síntomas severos de distorsión y enroscamiento de hojas y tallos jóvenes.

A veces aparecen pétalos más cortos de lo normal y en número excesivo, lo cual en algunos sitios se conoce como "cabeza de toro". Se culpa a los trips de estos síntomas, aunque es frecuente que estas flores aparezcan en ausencia de trips sobre tallos muy vigorosos.
Ultimas Actualizaciones.

Cuándo se deben plantar:
  • Rosas de raíz descubierta: la mejor época para plantar este tipo de rosas es al final del invierno.
  • Rosas que crecen en contenedores: la mejor época para replantar rosas que han crecido en contenedores de viveros es al principio de la primavera (comparadas con los tipos de rosa de raíz descubierta o empaquetadas). No las plante en verano a menos que no le importe regarlas diariamente o cada dos días en los días más calurosos.
Las rosas necesitan:
  • Al menos seis horas de luz al día
  • Tierra con un buen sistema de drenaje
  • Buena circulación de aire
Qué hacer con las rosas antes de plantarlas:
  • Deje en remojo las raíces de las rosas de raíz descubierta en un cubo de agua al menos por una o dos horas. Las puede dejar toda una noche, pero no más.
  • Asegúrese de que la tierra y las raíces de las rosas que han crecido en un contenedor estén húmedas. Si la tierra está seca, riéguela y espere una o dos horas a que se drene bien antes de plantar. No plante nunca un cepellón seco. Es difícil humedecerlo bien.
Preparación del suelo para las rosas:
  • Mezcle bien la tierra y el abono, como el compost, turba, musgo o la mezcla para plantar rosas en el parterre. Si no puede abonar todo el parterre, abone en círculos de aproximadamente 0,9 y 1,2 m (3 a 4 pies) para cada rosa.
  • En primavera, aplique en la tierra los gránulos sistémicos listos para usar para el cuidado de rosas y flores Bayer Advanced™ 2-In-1 Systemic Rose and Flower Care Ready-To-Use Granules para proteger las rosas recién plantadas de los insectos. Este producto protege las rosas nuevas contra los pulgones, ácaros y otros insectos.
Busque la siguiente información en el paquete de rosas:
  • Distancia de plantación: para las rosas de té híbridas se recomienda una distancia de 1,5 m (5 pies). Las plantas más grandes necesitarán más espacio. Las rosas antiguas varían enormemente en cuanto a tamaño y forma.
  • Siga las instrucciones que encontrará en la etiqueta de las rosas. No las plante demasiado profundas. En el sur, la copa de las plantas injertadas debe estar unos 5 cm (2 pulg.) por encima del suelo, incluso si en el paquete no se indica eso. Si las copas quedan enterradas, será más fácil que se produzcan enfermedades en el sur. Las primeras raíces laterales deben encontrarse justo al nivel del suelo. Coloque la planta en el hoyo de forma que las primeras raíces queden justo por debajo de la superficie.
Protección de las rosas contra los insectos:
  • Cuando el hoyo esté cubierto de tierra a aproximadamente unos 2,5 cm (1 pulg.) de la superficie, riéguelo abundantemente. Así se eliminarán las bolsas de aire que se pueden haber creado alrededor de las raíces. Espere a que drene el agua. Luego, cubra completamente el hoyo con tierra. Con la tierra sobrante, haga un borde alrededor del hoyo de forma que el agua se canalice hacia las raíces.

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