domingo, 22 de noviembre de 2009

Se aconseja limpiar los invernaderos de tomates para evitar la expansión de plagas



La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno de Canarias solicita la colaboración del sector del tomate para la aplicación de medidas que permitan controlar la expansión de la tuta absoluta, conocida como polilla del tomate, una plaga que afecta a este cultivo, que si bien aún no ha causado grandes daños en las Islas, está originando importantes pérdidas en la Península.

En Canarias un especialista del Servicio de Sanidad Vegetal de la Región de Murcia, Antonio Montserrat, uno de los más destacados conocedores de esta plaga, ha impartido dos charlas en Santa Lucía de Tirajana (Gran Canaria) y Guía de Isora (Tenerife) para todos los técnicos del sector tomatero, a quienes ha expuesto los trabajos que se han realizado hasta la fecha y las posibles medidas a aplicar en las Islas para contener el avance.


En las conferencias, que contaron con la presencia del director general de Agricultura, Domingo Bueno, se puso de manifiesto que la medida más aconsejable de cara a la próxima campaña es limpiar en profundidad los invernaderos ahora que la zafra ha terminado, puesto que la tuta se queda en el suelo de los mismos. De no ser así, los individuos adultos destrozan desde el principio las plantas pequeñas.

La mejor fórmula, entonces, es mantener los invernaderos en buen estado, comprobar los cerramientos de las cubiertas y ser sumamente escrupulosos con la limpieza de las explotaciones. Este tipo de prácticas culturales se completan con el control biológico a partir del uso de míridos, chinches que la Dirección General de Agricultura facilita de forma gratuita y permite combatir la tuta sin el uso de productos fitosanitarios.

Junto a las charlas, se visitó una explotación afectada por la tuta, que permitió comprobar los distintos estados de la misma, donde los técnicos agrícolas del sector valoraron el trabajo realizado por el Departamento de Sanidad Vegetal de la Dirección General de Agricultura.

Antonio Montserrat apeló a la experiencia de otras comunidades autónomas para controlar el avance de un mal que si no se maneja bien puede generar muchos problemas, lo que ha motivado a la Consejería a anticiparse. Puso como ejemplo la situación del sector en Almería hace dos campañas, cuando se detectó la plaga y no se adoptaron las medidas pertinentes. Actualmente la tuta afecta al 30% del tomate de esta provincia, que ha tenido que ser tirado a los vertederos.

Se llamó la atención, asimismo, respecto el uso racional de productos fitosanitarios, puesto que su eficacia depende de que la tuta no genere resistencia a los mismos. El mantenimiento de los invernaderos junto al control biológico, químico y biotecnológico se platea como la mejor fórmula para romper el ciclo de la plaga y garantizar un buen control.

La Consejería ha editado un tríptico con toda la información disponible y las medidas preventivas y de control. Los cuidados que los técnicos del departamento autonómico de Sanidad Vegetal están aplicando han dado buenos resultados en la Península, e inciden en la necesidad de efectuar un buen cerramiento del cultivo, utilizar dobles puertas y cuidar las mallas.

Reciente detección

La polilla del tomate -tuta absoluta- es una plaga recientemente detectada en las Islas, en concreto en diciembre de 2008, pero desde el pasado año, la consejería tiene toda una red de trampas en todas las zonas tomateras para detectar la plaga precozmente, ya que se encuentra en todo el territorio nacional.

Se cita su presencia en Italia, Holanda, Portugal o Marruecos, lo que habla de la extensión de la plaga, donde los agricultores que respetan el código de buenas prácticas y de higiene aplicables a toda explotación agrícola, no han tenido problema alguno con ella.

El tráfico normal de mercancías generaba riesgo de acceso a las Islas y se han establecido en todos los puntos de inspección fronteriza toda una serie de controles, pero eso no ha evitado la entrada, pues son insectos que vienen en algunas fases que hacen imposible que se detecte de manera precoz.

Ante estas primeras detecciones se han adoptado los medios necesarios para detectarla y frenarla, intensificando la colocación de trampas de feromonas, distribuidas gratuitamente a los agricultores. Las trampas son cápsulas con un atrayente sexual para el insecto, que se pega a la misma. Se colocan a razón de dos trampas por hectárea de terreno y permiten detectar la presencia de la plaga.

Fuente: GOBIERNO C.A. CANARIA

Fecha de publicación: 09/06/2009


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