martes, 12 de enero de 2010

Bombus en Chile: Polinizadores todo terreno



El Bombus terrestris fue introducido en Chile en 1997 y sus resultados en tomate y frutales han sido excelentes. Es que a diferencia de las abejas, el abejorro -como se lo conoce coloquialmente- es un polinizador que va a todas: trabaja con frío, viento y lluvia. Y no sólo eso: rinde muy bien bajo invernadero,s o invernaculos transportando mayor cantidad de polen. Pero el Bombus terrestris no está solo. El abejorro local –Bombus dahlbomii– ha mostrado también buenos resultados y ya ha sido reproducido en cautiverio, procedimiento que está en trámite de patente.

Dicen que los abejorros no son agresivos. Y, en efecto, en un gran invernadero lleno de plantas de tomate en el Valle de Azapa, parecen no inmutarse ante la presencia humana. Se escuchan los zumbidos mientras revolotean entre las matas y hasta es posible acercárseles sin que reaccionen. Ellos están en lo suyo: polinizar. dentro del invernáculo Y para ello van y vuelven sin cesar entre las flores y su colmena. Eid Kharrat, próspero agricultor libanés avecindado en la zona, es la primera temporada que los utiliza y está maravillado por los resultados. “La abeja no sirve para polinizar la flor del tomate. El abejorro es más grande, mueve la flor al posarse en ella y con eso logramos un trabajo limpio y sano para el consumo, sin usar ningún tipo de hormonas. La experiencia ha sido formidable”, asegura.

El Bombus terrestris es una especie de abejorro introducida a Chile en 1997, año en que la Universidad Católica de Valparaíso realizó las primeras evaluaciones en tomate en la zona de Quillota. Su uso en Europa había comenzado algunos años antes en países como Holanda, Bélgica, España e Israel. A su vez, según las zonas del mundo y las características de los cultivos, hay decenas de otras especies que también se utilizan, como la canariensis en Islas Canarias o la ignitus en Japón.

“Hoy el uso del abejorro es una práctica general tanto en Europa como en Estados Unidos. Sin abejorros un productor no cumpliría con las normas de calidad de producción…El consumidor quiere un producto sano, libre de químicos y residuos. El uso de insectos polinizadores y de control biológico aporta a lograr eso”, señala Paco Lozano, asesor técnico para mercados internacionales de la empresa belga Biobest. Una de las más importantes del mundo en la crianza de bombus y que distribuye abejorros en Chile a través de AgroConnexion.

Bombus v/s Apis Mellifera

Según los expertos, los abejorros presentan diversas ventajas por sobre las abejas (Apis mellifera). para su utilizacion en invernaderos El bombus es un trabajador incansable. Puede estar activo muchas horas al día, desde antes del amanecer hasta que se pone el sol. Mientras las abejas tienen una lengua corta que dificulta la tarea de obtener polen de las flores, la lengua larga de los abejorros les permite hacerlo fácilmente. A su vez los bombus tienen capacidad para visitar un promedio de 10 a 14 flores por minuto (algunas experiencias hablan de 20 flores por minuto o incluso más); las abejas, sólo 8 flores por minuto. El bombus transporta mayor cantidad de polen que las abejas, cuantificado en treinta o cuarenta veces más por unidad. En promedio, según datos entregados por la empresa BioCruz, el trabajo de un abejorro equivale al de diez abejas.

“Los frutos polinizados por abejorros alcanzan mayor peso y calibre, además de mejorar sus características organolépticas. Ello se debe a que el abejorro transporta una gran cantidad de granos de polen al estigma de la flor, logrando así fecundar un mayor número de óvulos que darán origen a las semillas”, explica Claudia Molina, ingeniero agrónomo y gerente de producción de BioCruz, empresa de la Región de Valparaíso que produce y comercializa abejorros.

Mientras las abejas salen recién a temperaturas por sobre los catorce grados, el bombus puede trabajar con sólo 1 °C y hasta un techo de 35 °C (aunque el óptimo es entre 15 y 25 °C). Además, puede desempeñarse en días nublados, con viento y lluvia moderada, en los que las abejas no salen. Por otro lado, en invernadero, a la abeja le es difícil trabajar pues necesita orientarse directamente por el sol. Por ello, bajo malla, vidrio o plástico la luz se hace difusa y le cuesta mucho moverse de forma adecuada. Para el abejorro, en cambio, esto no es problema, pues se dirige por los hitos que tiene a su alrededor.

En cultivos como el palto, el sistema de comunicación más precario del Bombus (no se comunica bien con el resto de la colmena) lo hace preferible a las abejas; ya que cada abejorro forrajea por su propia iniciativa. “Una vez adquirida o aprendida una ruta de forrajeo o retiro de néctar y polen, los abejorros continúan utilizándola y la siguen en forma repetida, con variaciones muy leves”, explica Patricia Estay, ingeniero agrónomo (M. Sc.) de INIA La Platina en su libro “Bombus en Chile: especies, biología y manejo” (2007, Colección de Libros INIA N° 22). Como la flor del palto es poco atractiva, existe una alta probabilidad de que las abejas se vayan a flores de malezas cercanas y se desvíen del objetivo. En cambio, el bombus es distinto. Podría ser que alguno se vaya a otro lado –aunque es poco probable porque poliniza árboles contiguos- y si así fuera, como poliniza de manera individual el impacto en el resto sería escaso.

En arándanos las colmenas de abejorros pueden durar hasta 12 semanas, en tanto que en tomates su duración aproximada es de unas 6 semanas.

Tomates más grandes y sabrosos

Cuando el bombus terrestris se trajo a Chile, la idea era replicar experiencias como las de Israel en la producción de tomates bajo invernadero. Reemplazaba el uso de hormonas para solucionar problemas de polinización o de cuaja de frutos, y ahorraba mano de obra en la ejecución de estas labores. Según diversos estudios, la utilización de abejorros en tomate en invernadero mejora los porcentajes de cuaja, aumenta los rendimientos, los calibres de los frutos y las cantidades de semillas.

Experiencias llevadas a cabo por BioCruz muestran que en tanto que con el vibrado sólo un 45 % de la producción supera el calibre de 7,6 cm, con el uso de abejorros el porcentaje sube a 82,4 %. Y, en cuanto al peso, 67,6 % de los frutos polinizados con bombus llegó a pesar igual o más de 200 gr; con el vibrado, sólo el 32,5 % alcanzó ese peso.

La empresa Agro Piemonte, ubicada en el Valle de Azapa, propiedad de la familia Lombardi, lleva nueve años experimentando los beneficios del uso de abejorros. Lo que les ha permitido economizar la labor de dos personas por hectárea en tareas de aplicación de hormonas, en sus 20 ha de cultivos bajo invernadero. “El tomate es más jugoso por el hecho de tener más semillas. Es más pesado. Y es un producto natural. Eso lo obliga a uno a usar productos –insecticidas– mucho más amigables con el medio ambiente. Cualquier producto muy tóxico afecta a las colmenas y las destruye”, explica Gian Franco Lombardi, gerente de producción de la empresa. En efecto, el uso de abejorros requiere emplear plaguicidas selectivos y controladores biológicos para controlar las plagas del cultivo.

En el libro “Bombus en Chile”, Patricia Estay afirma que es muy importante contar las marcas que los abejorros dejan en las flores (se produce una notoria oxidación en el cono estamínico), pues ello permite determinar la eficiencia de la polinización: mientras un 50 % representa un trabajo eficiente, el óptimo es del 80 %. Estudios realizados por INIA La Platina mostraron que se puede alcanzar esta última cifra a los cuatro días de liberados los abejorros (en invernadero) La marca floral disminuye a 50 % en un plazo aproximado de 30 días.


El Mercado Chileno

No obstante los múltiples beneficios señalados, la introducción del Bombus terrestris ha sido lenta. En un principio, el alto precio de las colmenas (entre US$ 150 y US$ 200 c/u), todas importadas, era prohibitivo. A lo que se añadían otros dos factores: el peligro de introducir una especie foránea y la existencia de un abejorro criollo que también puede polinizar tomate. Se trata del Bombus dahlbomii, también conocido como ‘moscardón’, que habita entre las regiones Metropolitana y de Los Lagos.A pesar de las aprensiones, el SAG (Servicio Agrícola Ganadero) aprobó la introducción del Bombus terrestris y al año siguiente, en 1998, el INIA comenzó a recolectar reinas para la producción local. En el año 2002 fue aprobado por FONDEF (Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico), con una duración de 43 meses y un monto de $ 133 millones, el proyecto “Desarrollo de un sistema de producción de abejorro como tecnología de polinización en frutas y hortalizas”, ejecutado por el INIA La Platina, asociado con tres empresas: MIP Agro (empresa ubicada en Requinoa, Región de O´Higgins. La que posteriormente formó un joint venture con la compañía israelita Bio Bee Biological Systems), Biocontrol (Región de Valparaíso) y Agro Piemonte (Arica y Parinacota). Los objetivos consistían en adaptar la metodología para producir localmente el Bombus terrestris y transferirla a las empresas para su comercialización, y el desarrollar una metodología especial para producir Bombus dahlbomii en laboratorio.

Los resultados fueron exitosos: hasta 2005 INIA La Platina había producido 25.578 reinas de Bombus terrestris y hoy en el mercado nacional las compañías BioCruz, Biocontrol y Bio Bee comercializan sus propias producciones. Además, se validó el uso de este abejorro en frutales (paltos), frutales menores (arándanos y frutillas) al aire libre y en invernadero, hortalizas para la producción de semilla (melón, zapallo italiano, pepino ensalada, brócoli), hortalizas para consumo fresco (tomate en invernadero) y producción de semilla para uso industrial (canola). Hoy ya se utilizan abejorros en el 50 % de cultivos de arándanos del país y se estima llegar al 75 % en el corto plazo. Mientras tanto, la polinización de paltos por abejorros
alcanza una cifra cercana al 10 %, en tanto que se estima que polinizan cerca de 500 ha de tomates.

Entre estos cultivos, resaltan los expertos, el arándano ha sido el mayor acierto de todos (ver recuadro). A su vez es muestra clara de una particularidad del mercado local ya que mientras en el resto del mundo los abejorros se emplean para polinizar hortalizas, en Chile se los utiliza preferentemente en frutales.

El proceso de producción de Bombus dahlbomii, en tanto, está siendo patentado en el DPI (Departamento de Propiedad Intelectual del Ministerio de Economía). El objetivo, señala Patricia Estay, es vender este sistema de producción con royalty.

Podría haber interesados en Argentina, acota, país que oficialmente no dispone de Bombus terrestris y en el que los agricultores estarías dispuesto a utilizar el dahlbomii, ya que también vive en esas tierras.

Actualmente, a la operación de Bio Bee, BioCruz y Biocontrol, se suma AgroConnexion –que importa colmenas de la empresa Biobest de Bélgica– y la probable llegada de Koppert, la principal empresa de abejorros de Holanda. El mercado chileno de abejorros, según estimaciones extraoficiales, podría alcanzar las quince mil colmenas al año, una cifra que dista mucho de las más de 500 mil que emplea España, el mayor consumidor de abejorros del mundo. Y es que, en un principio, convencer a los agricultores no fue sencillo: el alto costo de las colmenas y la poca información sobre sus beneficios se levantaron como barreras. Pero con los años, la experiencia y el comienzo de la producción local, las cosas cambiaron. De hecho, de los casi US$200 que antaño se pagaba por colmena, se ha pasado a valores de entre US$ 70 y US$ 120, dependiendo del origen del abejorro y del lugar de destino.

“En Chile el mercado se está recién desarrollando. Todavía es poco lo que se está haciendo… Todos vendemos la misma especie de bombus, por lo que no es ahí donde se marca la diferencia. La diferencia está en el servicio que presta la empresa y en la tecnología. Otra cosa relevante es la calidad de las colmenas. Una buena colmena se caracteriza por una reina viable con una cierta cantidad de huevos y larvas, y una buena cantidad de obreras para que mantengan a la reina, alimenten a las larvas y salgan a polinizar”, comenta Carla Brigando, socia de AgroConnexion.

El crecimiento del uso de abejorros de todas formas sigue imparable y cada año la venta de colmenas duplica las ventas del año anterior. En frutales como el palto, por ejemplo, en el mediano plazo se espera lograr una cobertura del 30 %. Y en otros como frutillas, kiwis y cerezas recién se están comenzando a ver los beneficios de su uso.

El uso de bombus se está incorporado como una práctica de manejo que asegura buen calibre y calidad de fruta. El negocio del arándano en la actualidad rentabiliza cada vez menos la producción de calibres pequeños por lo que es posible que en el futuro los abejorros sean imprescindibles.

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